viernes, 23 de marzo de 2012

RAFAEL CALDERÓN.



Rafael el pequeño de siete hermanos, con una vida plagada de obstáculos que muchas veces, los que están alrededor, han puesto en su camino, es el primer español con Síndrome de Down en obtener el grado profesional de música.
Recientemente además ha sido premiado por Down Syndrome International, el organismo mundial que reúne a todas las asociaciones dedicadas a este síndrome. El World Down Syndrome Day Award reconoce el esfuerzo y la capacidad de superación de rafael que. Recogerá el galardón en verano en Sudáfrica, un viaje que le emociona.
El joven trompetista compagina sus estudios en el Conservatorio Superior de Málaga con su querida Banda Juvenil Miraflores-Gibraljaire.

Contaba Nacho (su hermano) en la Conferencia-Concierto "Yo soy uno más". Celebrada en 2010 en la Sociedad Ateneo Musical del Puerto de Valencia que: la educación de Rafael no había sido fácil 1º porque a Rafa le cuesta más y 2º porque algunas de las personas (”profesores”) de la administración que han tenido relación directa con Rafa, NO HAN CREÍDO EN ÉL, y le han hecho muy difícil seguir avanzando a su ritmo
Se hizo por ello necesario que la familia. entrase en demandas judiciales, recogida de firmas de los vecinos y amigos y hasta llegar al defensor del pueblo andaluz, para defender que Rafa tiene derechos como persona y no se le podía expulsar como se intentó en su día del centro educativo solo por tener un cociente intelectual bajo.
Con el apoyo constante de su familia. Rafael demuestra que el sí que puede avanzar como cualquier otra persona, y además lo hace a su ritmo, también como cualquier otra persona.
Dice una y otra vez que la música es su vida. «Me persigue, y yo a ella», afirma. De pequeño escuchaba tocar junto a su casa a la Banda Juvenil Miraflores-Gibraljaire, veía a los niños con su instrumento a cuestas y quería estar allí.
Paciencia, «constancia y ganas de aprender», remarca José Antonio Aragón, profesor de Trompeta y tutor de Rafael, que buscó estrategias metodológicas para llegar al joven y sacar el máximo partido de su capacidad musical. Esos valores y su simpatía le han valido «el respeto» de todos en el Conservatorio, como apunta la profesora Nuria Aragú. «Sus habilidades sociales son admirables, tiene amigos por todos lados», añade.
Le gusta tocar la trompeta porque su sonido es redondo y compacto. Y porque con ella en la mano es uno más. En la música ha encontrado la vida, una forma de comunicarse, de transmitir sus sentimientos y estado de ánimo, con el lenguaje de las blancas, las negras o las corcheas
Lo conseguido por Rafael tiene un alto valor, pues ha superado, con el esfuerzo y la determinación decidida de su familia y el apoyo de profesorado comprometido con su causa, las enseñanzas obligatorias y el Bachillerato y, además, a la vez ha aprobado los diez cursos que componen los grados elemental y profesional de música pero el camino no se termina aquí ya que esta lleno de nuevos retos y sin duda el premio de Down Syndrome International le dará muchos ánimos para derribar las nuevas barreras que se encuentre en el camino.
Fuentes: